14 - 5 modelos mentales más que son fundamentales

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En su día vimos 5 de los modelos mentales más útiles en mi experiencia y esta semana me gustaría compartir 5 más. Todos ellos me han ayudado, en muchas ocasiones, a tomar la decisión correcta o analizar una situación de la manera más adecuada.

1. La regresión a la media

Este es uno de mis modelos mentales favoritos. Procede de la estadística, pero es aplicable a todo, desde analizar inversiones, hasta adivinar el comportamiento humano.

La regresión a la media es el fenómeno estadístico por el cual, cuanto mayor sea la desviación de una variable aleatoria respecto a su media, mayor será la probabilidad de que la siguiente medición se desvíe menos.

Dicho de manera más sencilla: Es probable que, tras un evento extremo, suceda un evento menos extremo.

Aunque no lo parezca, esto no incumple la definición de eventos estadísticos independientes y el principio general es muy útil para considerar muchas decisiones. He aquí un par de ejemplos:

  • Un excelente jugador que tiene un mal partido es probable que vuelva a la media en el siguiente y tenga un buen desempeño.
  • Un valor en bolsa que se comporta de manera anómala, sin mucho motivo real detrás, es probable que vuelva por donde siempre ha ido tras un tiempo.

Por eso, para predecir muchas situaciones es interesante averiguar cuál es el «comportamiento medio» de la situación, o bien no dejarse arrastrar por eventos extremos y las emociones que nos producen.

2. El pensamiento sistémico

Este es otro modelo fundamental, porque pocas cosas funcionan en un vacío. Al contrario, suelen formar parte de un sistema y es importante abrir la perspectiva y considerar dicho sistema globalmente para tomar decisiones o saber cómo actuar.

Por ejemplo, un buen psicólogo, a la hora de tratar a alguien, suele querer ver también a la familia del paciente, su pareja, saber en qué y dónde trabaja, etc. ¿Por qué? Porque así se da cuenta del sistema en el que está inmerso dicho paciente.

Este puede padecer ansiedad, pero sin conocer el sistema y los flujos de influencia entre sus componentes, es imposible saber si esa ansiedad tiene un origen u otro. Puede ser que la relación con un familiar la provoque, que sea el trabajo o que se remita a algo que le ocurrió cuando era niño.

La cuestión es que los buenos psicólogos entienden que las personas no somos fiables a la hora de explicar lo que nos pasa o por qué, de modo que es importante abrir el campo de visión.

Lo mismo puede ocurrir más allá de las personas. Fijarnos solo en una pieza que forma parte de un sistema no nos da nunca una información completa.

3. El pensamiento hacia atrás

Este modelo mental viene de la planificación hacia atrás, muy usada, por ejemplo, en contextos militares.

Normalmente, si queremos conseguir un objetivo, vemos dónde estamos, vemos dónde queremos llegar y empezamos a pensar en cómo llegar hasta allí «pensando hacia adelante». Es decir, preguntándonos cuál sería el primer paso, luego cuál sería el segundo, etc.

En muchas ocasiones, el enfoque contrario es mucho más útil. Esto significa partir del objetivo final e ir hacia atrás, viendo qué condiciones desencadenan ese resultado.

Una vez hemos detectado esas condiciones, damos otro paso hacia atrás, para determinar qué otras condiciones son necesarias para que se produzcan las que han desencadenado el objetivo final. Y así, hasta llegar al principio. Eso nos suele dar un mapa mucho más fiel que seguir.

Este modelo es especialmente útil cuando tenemos que conseguir algo en una fecha límite y se entiende mejor con un ejemplo.

Mi objetivo final es que este escrito llegue a su buzón de email el próximo viernes. Así que me coloco ahí y veo qué hace falta para desencadenar eso el viernes a las nueve. La respuesta es planificar el correo en la aplicación de envíos antes de esa fecha. Así que me pongo el jueves como día para configurar el envío en el sistema de boletines de correo y que no me pille el toro.

¿Qué necesito tener para poder hacer eso el jueves? Un texto ya repasado y pulido. De modo que me pongo ese objetivo y me planteo tener todo repasado para el miércoles.

¿Qué preciso para poder repasar esto el miércoles? Un primer borrador, así que pongo eso para el martes.

¿Qué preciso para ese borrador? Tener un tema principal pensado para el lunes.

Así he llegado a mi punto de partida y puedo rehacer el camino hacia adelante. El lunes encuentro el tema, el martes escribo, etc.

Este es un ejemplo extremadamente sencillo que tampoco es complicado de desentrañar «pensando hacia adelante». Pero ya sabemos todos qué pasa con estas cosas de las fechas límite, que lo vas dejando hasta que haces todo corriendo el último día.

La planificación hacia atrás suele impedir eso, al menos en parte.

4. El principio de inversión

Este modelo mental suele servir cuando estamos especialmente bloqueados o no sabemos por dónde empezar.

En lugar de pensar qué quiero pienso qué no quiero o qué haría que la situación fracasara.

Cuando estás muy perdido y no sabes qué hacer, lo mejor es empezar por lo que quieres evitar como sea y quitarlo de en medio para que no moleste.

Lo mismo pasa cuando no sabes bien qué quieres, empezar por lo que no deseas centra el problema, quita de en medio opciones, libera carga cognitiva y puede hacer surgir ideas.

Si quitas suficientes cosas que no quieres, es posible que acabe quedando la que buscabas.

5. Ver el «frente de guerra»

Este modelo mental conecta con otro modelo llamado «el mapa no es el territorio». Hablando en metáforas, para tomar muchas decisiones solemos tener un mapa, pero no hemos visitado las tierras que describe el mapa, y hay mucha información que los planos no recogen, especialmente, las piedras en el camino.

Ver el frente de guerra implica que, cuando tenemos que tomar una decisión, siempre es bueno «bajar a las trincheras» si no las conocemos de primera mano y examinar el problema lo más cerca posible.

Esto puede aportar detalles e ideas imposibles de percibir de otra manera mediante informes u opiniones de terceros.

Una variante es «escuchar al soldado», al que está en esa primera línea. Muchas empresas han ganado mucho con esos pequeños detalles. Toyota es famosa por aplicar esto a menudo, American Airlines ahorró 40.000 dólares al año porque alguien veía constantemente que nadie se comía la oliva de la ensalada servida en primera clase. 40.000 dólares por una oliva, por una «inocente» observación de un «soldado en el frente».

Claro que Northwest Airlines descubrió que partir una lima en 16 pedazos y no 10 les ahorraba 500.000 dólares… Algo tan nimio que no hubiera sido posible si alguien no hubiera estado en primera línea y hubiera detectado eso.

Escuchar, leer, ver

Escuchado

Al terminar la carrera y comenzar mis primeros trabajos, me despertaba cada mañana con la canción Calling you, de The Blue October, sonando en la minicadena (sí, soy viejo).

Por supuesto, me encantaba y la acabé odiando, como Phil Connors al I got you babe de Sonny & Cher en la película Atrapado en el tiempo, que trataba de sus peripecias en un interminable Día de la Marmota.

Pero me he acabado reconciliando, es una buena canción.

Leído

Albert Camus, el escritor y filósofo existencialista, ha vuelto a poner de moda su libro La peste debido a la pandemia de coronavirus.

Sin duda, fue uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, uno de mis autores favoritos que, en 1957, recibió el Nobel de literatura.

Camus fue huérfano de padre muy pronto y su madre, casi sorda, analfabeta y sola, tuvo que sacar adelante a sus hijos en la Argelia colonial francesa. Además de ella, otra figura fundamental en la vida de Camus fue Louis Germain, su maestro de escuela cuando era pequeño.

Tras ganar el Nobel, Camus le escribió esta breve carta:

19 de noviembre de 1957

Querido señor Germain,

Dejo que la conmoción a mi alrededor estos días disminuya un poco antes de hablar con usted desde el fondo de mi corazón.

Se me ha dado un honor demasiado grande, que no he buscado ni solicitado.

Pero cuando me enteré de la noticia, mi primer pensamiento, después de mi madre, fue para usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que extendió al pequeño niño pobre que yo era, sin su enseñanza y su ejemplo, nada de todo esto habría ocurrido.

No hago demasiado de este tipo de honor. Pero al menos me da la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y para asegurarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que puso en él todavía vive en uno de sus pequeños alumnos que, a pesar de los años, nunca ha dejado de ser su pupilo agradecido.

Un abrazo con todo mi corazón.

Albert Camus.

Visto

Es complicado no quedarse fascinado por la fotografía de Chris Hytha, un estudiante de arquitectura que muestra el amor por el objeto de su profesión y un talento por captarlo de un modo onírico y casi irreal.

Todo lo que permita atisbar otros mundos desde este me parece bienvenido.

Oliver Hirst

Oliver Hirst

Hasta la semana que viene.

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